6:30 de la mañana. Como la mayoría de los días, me subo al autobús en la misma parada. Observo a la gente. La mayoría va echando una cabezadita, otros leen. Aparte del ruido propio del transporte reina un relativo silencio... pero en la primera parada suben dos personas ya conocidas por todo el autobús, no porque sean famosas sino porque durante la media hora que dura el trayecto no paran de hablar y en un tono bastante considerable.Además de esto, hablan de una forma que me da la impresión de que quieren que todo el mundo se entere de lo que están hablando porque cuando hablan entre ellos miran a todos los lados......
Con esto no quiero criticar a nadie en concreto, solo quiero mostrar un pequeño ejemplo de los muchos que nos encontramos a diario de personas que por algún motivo parece que no pueden estar en silencio ni un solo momento; cuando no tienen a nadie al lado cogen el teléfono y se tiran un buen rato hablando, a veces de cosas totalmente intrascendentes y realmente sin comunicar nada en concreto.
Esto es solamente una reflexión sobre la importancia del silencio interior. Practiquemos el silencio, la interiorización, el autoconocimiento, no dependamos el 100% de nuestro tiempo de otras personas para encontrarnos bien. El silencio transmite mucho más de lo que pensamos, transmite sosiego, paz, quietud...
Ayudemonos del YOGA para oírnos a nosotros mismos y observarnos.
Namaste